¿A quién no le gustan las pizzas? Realmente creo que a muy poca gente. Yo de hecho no conozco a nadie. Y hacerlas en casa no es nada difícil si sabemos como hacerlo. Por eso aquí os traigo una receta de pizzas caseras hechas con lievito madre con las cuales vais a sorprender a todos. Ya te será difícil encontrar incluso una pizzeria que supere tus pizzas caseras 😛

Lo gracioso es que hasta muy muy tarde en mi vida no tenía ni idea como sabe una pizza de verdad. Cuando era pequeña mi país estaba repleto de pizzerías supuestamente italianas pero realmente lo que hacían era algo como un bizcocho salado con ketchup, jamón york y queso. Ahora ya ha mejorado mucho la cosa pero una pizza de verdad la llegué a probar en uno de los viajes que en aquel entonces me costó todos mi ahorros de estudiante – el viaje a Roma. Y allí es cuando entendí que una pizza es completamente otra cosa que lo que se suele encontrar en muchas pizzerías.

Aquí te digo como solemos hacer pizzas nosotros en casa. No digo que es la manera más correcta porque desde luego no soy italiana, pero creo que la pizza se parece bastante al estilo italiano como lo conozco yo.

En el centro la masa fina y crujiente y los bordes un poco elevados con una miga de burbujas excelentes. Así conseguirás tu pizza si sigues los pasos que escribo en este artículo y en esta receta. Hay que tener en cuenta que la manera de preparar tu círculo de pizza y la manera de hornearla tiene un impacto muy importante en el resultado final. Así que te dejo mis consejos.

¿Cómo conseguir la forma típica redonda de una pizza?

Olvídate de rodillos. Para hacer una pizza no necesitas un rodillo. Ese guárdalo para repostería o para hacer un quiche. Las pizzas se hacen con las manos. Y es super relajante si te lo tomas todo con un poco de humor 🙂

Cuando tienes tu bolita de masa preparada y reposada la pones encima de un tapete espolvoreado de harina y empiezas a apretar con tus dedos desde el centro hacía fuera para ir formando así un círculo cada vez más grande. Más tarde, coge la masa por los bordes y vete estirándola en el aire por su propio peso – agarras de un borde y la dejas estirarse un poco por su propio peso, luego vas moviendo la masa por los bordes despacito y siempre dejándola estirar por su propio peso. Así lo que consigues es que en el centro la masa estará bien finita y en los bordes más gordita – la típica forma italiana.

Es cierto que esto requiere un poco de práctica y por eso no pasa nada si la pizza no te sale perfecta a la primera. Lo importante es que la pizza es tuya y que la has hecho con mucho mimo. Dejamos el perfeccionismo de un lado e intentamos disfrutar las cosas que hacemos 🙂

¿Cómo hornear la pizza?

Pues aquí te seré sincera y te digo que si haces o vas a hacer pizzas periódicamente merece mucho la pena hacer una pequeña inversión y comprar una piedra para el horno. Nosotros tenemos una de Campingaz ya que la usamos en la barbacoa de Campingaz pero mis padres y mis suegros tienen esta que puedes comprar en Amazon y que me parece aún mejor que la que tenemos nosotros. Lo importante es dejarla precalentar en el horno a 250ºC durante una hora aproximadamente para que coja la temperatura alta y luego las pizzas se hacen en un plis plas – tardarán unos pocos minutos, depende de tu horno, simplemente sácalas cuando los bordes empezarán a estar dorados.

Y si no quieres o no puedes hacer esa inversión de comprar la piedra para el horno, usa alguna bandeja del horno con el grosor más grande que tengas en casa.

Un pequeño truco para que sea más fácil transportar las pizzas a la piedra: puedes preparar las pizzas encima de un papel de hornear y luego deslizarlas a una tabla de cortar por ejemplo y luego de la tabla de cortar a la piedra tirando del papel de hornear.

Y ahora ya vamos con la receta… En ella se usa lievito madre. Si no sabes qué es, puedes leerlo en este artículo.